Ajustes en el SMI y sus efectos tributarios

El Ejecutivo español ha comunicado un aumento del 4,4% en el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para el año 2025, lo cual supone una mejora notable en los salarios de 2,4 millones de empleados. No obstante, este aumento también lleva consigo una sorpresa: ciertos beneficiarios del salario mínimo tendrán que empezar a abonar el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), lo que ha provocado preocupación e interrogantes en la población.

Con esta acción, el SMI aumenta de 1.134 euros al mes a 1.184 euros en 14 pagos, lo que equivale a un aumento de 50 euros mensuales y 700 euros por año. Al considerar el total anual sin impuestos, el salario mínimo alcanzará los 16.576 euros, superando así el límite de 15.876 euros anuales establecido por el Ministerio de Hacienda para estar sujeto al IRPF. Esto implica que muchas personas que previamente estaban exentas, ahora tendrán que declarar por primera vez.

¿De qué manera impacta el incremento del SMI en el pago del IRPF?

El aumento en el salario mínimo, aplicable desde el 1 de enero de 2025 con carácter retroactivo, pretende reforzar la capacidad de compra de los trabajadores en un entorno de inflación. Desde 2018, el SMI ha crecido un 61%, mientras que la inflación acumulada en ese lapso ha sido del 23%. No obstante, el Ministerio de Hacienda no ha modificado los rangos del IRPF para adaptarse a este cambio, lo que ha hecho que el aumento salarial coloque a muchos trabajadores por encima del umbral exento.

El efecto del IRPF depende de las situaciones personales y familiares individuales de cada contribuyente. Por ejemplo, un empleado soltero sin hijos que reciba el SMI tendrá que abonar alrededor de 300 euros al año en concepto de IRPF. En cambio, alguien con pareja y un hijo menor de tres años probablemente continuará exento, gracias a las deducciones personales y familiares establecidas por la ley.

¿Quiénes tendrán que pagar y cuál será el monto?

El importe a abonar varía según diversos factores, como el tipo de renta, los ingresos totales y las situaciones familiares. Según la legislación actual, algunos de los límites de exención para el IRPF son los siguientes:

  • Contribuyentes solteros, viudos, divorciados o legalmente separados:
  • El límite es de 17.644 euros al año si tienen un hijo, aumentando a 18.694 euros con dos o más hijos.
  • Contribuyentes con un cónyuge que no gane más de 1.500 euros por año:
  • Sin hijos, el límite es de 17.797 euros; con un hijo, se incrementa a 18.130 euros; y con dos o más hijos, alcanza 19.262 euros.
  • Otros casos:
  • Si los contribuyentes están casados y su cónyuge tiene ingresos superiores a 1.500 euros, el umbral general es de 15.876 euros, aunque sube a 16.342 euros con un hijo y a 16.867 euros con dos o más hijos.

Estas cifras ilustran cómo las deducciones y los mínimos familiares pueden disminuir la carga impositiva, favoreciendo particularmente a las familias con hijos.

Cronograma para la presentación del IRPF

Para aquellos que necesiten presentar la declaración de la renta, las fechas importantes son las siguientes:

  • Envío en línea: Del 2 de abril al 30 de junio de 2025.
  • Gestión por teléfono: Solicitudes entre el 29 de abril y el 27 de junio, con declaraciones efectuadas del 6 de mayo al 30 de junio.
  • Atención en persona: Desde el 2 hasta el 30 de junio en las oficinas de la Agencia Tributaria, con cita previa solicitada entre el 29 de mayo y el 27 de junio.

Opiniones y valoración de la medida

Aunque el incremento del SMI ha sido acogido positivamente por muchos, la obligación de pagar el IRPF ha suscitado críticas, sobre todo entre los grupos de trabajadores más vulnerables. Algunos analistas han indicado que el Gobierno debería haber revisado los límites de exención para evitar que quienes cobran el salario mínimo enfrenten una nueva carga fiscal que podría disminuir el efecto positivo del aumento salarial.

Por otro lado, el Gobierno ha sostenido que la medida es un avance hacia una mayor justicia fiscal, argumentando que aquellos que más perciben, incluso dentro del marco del SMI, deben aportar al sistema impositivo.

Por otro lado, el Ejecutivo ha defendido la medida como un paso hacia una mayor equidad fiscal, argumentando que quienes más ganan, aunque sea en el contexto del SMI, deben contribuir al sistema tributario.

En cualquier caso, este cambio refleja cómo las políticas salariales están evolucionando en España, marcando un nuevo capítulo en la relación entre el salario mínimo y la tributación. Los próximos meses serán clave para evaluar cómo esta medida afecta a los trabajadores y si el Gobierno realiza ajustes adicionales en respuesta a las preocupaciones expresadas por los ciudadanos.

By Gabriela Martínez Estrada

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