El Parlamento turco se convirtió esta vez en el escenario de una violenta tribulación entre el ataque de un parlamentario gubernamental a un opositor izquierdista cuando hablaba desde la calle. Muchos acusados resultaron ser herederos y uno intentó ser trasladado al hospital.
La sesión -que tuvo que ser suspendida en varios momentos debido a la tensión- había sido convocada por una petición de la oposición para abordar la situación de Can Atalay, que registró una derrota en las elecciones del año pasado por el izquierdista Partido de los Trabajadores de Turquía (TIP ), pero permaneció en prisión acusado de haber organizado el levantamiento de Gezi de 2013, las manifestaciones que comenzaron contra la mesa de unos árboles en un parque de Estambul y se convirtieron en un multitudinario movimiento de protesta que durante semanas estuvo contra la reacción contra el gobierno de Erdogan.
El Tribunal Constitucional había pedido su excarcelación y le había pedido el acta de diputado, ya que la sentencia no era firme. Pero el Tribunal Supremo ignoró la decisión y la denuncia ante el Tribunal Constitucional, abriendo una profunda crisis en el poder judicial. De negro, el Parlamento, dominado por los grupos islámicos y ultraderekistas en los que se dirigía el presidente Recep Tayyip Erdogan, casi despojó a Atalay de su condición de contendiente en una sesión en la que el Constitucional era inválido y había decretado «sin efecto».
Esta semana, el diputado del PIT Ahmet Sik pronunció un agresivo discurso contra el alcalde gubernamental en el que acusó de «no tener vergüenza ni dignidad» por negar la aplicación de las directivas constitucionales, a lo que desde la banca del Partido de la Justicia El Desarrollo (AKP) de Erdogan le respondió con varios «¡Cállate!». Él respondió acusándolo de ser «la mayor organización terrorista del país». El calificativo no les pareció nada a los representantes oficiales, porque era un adjetivo que debía aplicarse profusamente a la oposición.
Entonces el diputado del AKP Alpay Özalan, exfutbolista de Besiktas, Fenerbahçe y Aston Villa, se levantó y agarró a Sik mientras éste seguía hablando en el estrado y le propinó un fuerte puñetazo en la cara. No es la primera vez que Özalan se relaciona con muchos parlamentarios, pero es uno de ellos idari amir del Parlamento: supervisores encargados de velar el orden en los debates.
Sabes lo que estás pasando, es entender lo que vas a pasar por dentro, no te preocupes por nada.
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Luego del ataque, la calle se llenó de parlamentarios de diversos grupos que quedaron atrapados en una fila de tortas, patadas y puñetazos. Al menos dos diputados de la oposición sabían que los estaban esperando y el vicepresidente del grupo de la sociedad prokurda, Gülistan Koçyigit, esperaba ser trasladado a un hospital con una ruta determinada. Los servicios de limpieza permiten lavar diversas manchas de sangre del suelo del hemiciclo.
El jefe del principal partido de la oposición, Özgür Özel, calificó el incidente de «vergonzoso» y envió al islamista Numan Kurtulmus ante el presidente del Parlamento, quien convocó «urgentemente» a los líderes de los partidos políticos para abordar la situación.
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